Soñé con mi Logo

La noche anterior a una reunión muy importante tuve un sueño que decidió el rumbo de mi marca...

Todo pasó cuando con pocos días de antelación me confirmaron una reunión donde enlazaría mi negocio a un re-vendedor muy importante, sin embargo cuando me notificaron, me sentí muy estresada pues no tenía material preparado para presentar la marca como debe ser. Como se lo imaginan, eran los inicios de mi negocio.

La mente de un artista trabaja de manera muy imprevisible, y en mis muchos años de arquitectura lo comprobé varias veces: cuando una idea aún no se plasma en el papel, mi cerebro trabaja en el subconsciente para unir los puntos de construcción y finalmente poder materializar un primer boceto de mi proyecto en proceso. No se si me di a entender, pero se los puedo explicar a la manera de mi profesor de Historia del arte y arquitectura; cuando nos asignaba un ensayo con temática libre, siempre nos aconsejaba navegar por internet y ver muchas, pero muchísimas imágenes. De esta forma el cerebro se satura de tal manera que llega a un punto que solito va descartando lo de interés de lo que nos causa indiferencia, y era así que finalmente podíamos escribir apasionadamente sobre un tema para el ensayo asignado.

Creo que esto me ayudó la noche anterior a mi reunión, pues luego del sueño, me levanté muy temprano a bocetear la idea, no sólo del logo, sino de un concepto que serviría de hilo conductor del discurso que abarca mi marca en general. Ya a estas alturas, he llegado a una síntesis del concepto, que pueden leer en: https://www.priscillasayegh.com/preguntas

Para no cansarlos con más palabras, en la reunión no sólo me aceptaron el concepto, sino que también entendieron el porqué de su origen y su aplicación a la marca y el producto, concepto que ahora se refleja en la forma de exhibir la mercadería en estos puntos de venta donde gracias a mi sueño pude cerrar el trato.